lunes, 11 de julio de 2011

Conductas sexuales - Que hacer ante determinadas conductas?

¿QUÉ HACER ANTE DETERMINADAS CONDUCTAS SEXUALES?



Es preciso conocer algunas de las conductas sexuales, llevadas a cabo en el medio escolar, que pueden exigir una respuesta por parte de las educadoras/es sexuales. En cualquier caso, adelantar que el/la responsable de la educación sexual debe adoptar actitudes comprensivas y positivas siempre.

AUTOESTIMULACIÓN SEXUAl
En la edad infantil, a menudo, se dan conductas autoestimulatorias y de exploración del propio cuerpo. No tienen la misma finalidad que en el caso de los adultos, pero el sujeto pequeño también encuentra en ellas un efecto gratificante.
Además de estar dotados para sentir emociones y sensaciones, niños y niñas están capacitados para aprender actitudes y pautas respecto al sexo. Por ello, hemos de ser muy conscientes de la importancia que padres y educadores tienen como modelo de comportamiento afectivo y sexual; y, por tanto, adoptar frente a las distintas muestras de sexualidad infantil actitudes comprensivas y tolerantes.

Intervenciones sancionadoras o prohibitivas, incluso amenazadoras, tales como «te lo voy a cortar» suponen una gran angustia y temor de mutilación, por parte del niño/a, así como un efecto negativo a corto, medio y largo plazo sobre la sexualidad de la persona.
Ante todo, ha de tenerse una actitud de naturalidad e ir enseñando a niños y niñas a realizar tales conductas en intimidad.
JUEGOS SEXUALES
Tales juegos, que desde el punto de vista psico-sexual, no son otra cosa que expresiones y ensayos de una sexualidad que va madurando, suelen ser también objeto de prohibiciones y de preocupación por parte de algunos adultos.
Sin embargo, tales juegos han de ser contemplados y tratados como tales, es decir, como juegos. Reportan los mismos beneficios que cualquier otro juego en el que las reglas, la estructura, la distribución de roles, la interpretación simbólica, la asimilación de lo nuevo, etc, tiene lugar. Es preciso respetar tales prácticas para que no tengan que tener lugar, de forma tangencial y con las sensaciones asociadas de castigo y prohibición, que obviamente se generalizarán a todo lo referente a la sexualidad, contaminando tal dimensión de la personalidad de ansiedades y culpas.


EL CONTACTO CORPORAL
En nuestra sociedad, el contacto corporal entre las personas suele estar muy inhibido y no bien considerado. Sin embargo, tal contacto favorece la comunicación entre los seres humanos de todas las edades y transmite la afectividad de forma directa y eficaz. Los niños y niñas pequeños encuentran una gran seguridad y gratificación en tales contactos, ya que, de una parte, les son transmitidas sensaciones muy agradables y, de otra, les hace viable una comunicación que a través de lo verbal no sería posible (ni sustituible) desde el punto de vista evolutivo. Como dice Fast, «los niños antes de aprender las inhibiciones de nuestra sociedad exploran su mundo con el tacto».
A través del tacto, niños y niñas reconocen su cuerpo, el de sus padres, el de sus compañeros/as, en definitiva, entran en relación con el mundo de las percepciones, el placer y el afecto.


IMITACIÓN DE RELACIONES SEXUALES
Este tipo de conductas de imitación pueden llevarse a cabo sobre cualquier manifestación de la sexualidad, desde besos a prácticas coitales o genitales, y suelen ser muy frecuentes entre hermanos/as, primos/as, vecinos/as y amigos/as.
No revisten ninguna trascendencia para los participantes a no ser que los adultos no reaccionen adecuadamente y muestren una actitud prohibitiva.


OBSERVAR LAS RELACIONES SEXUALES ADULTAS
Hay un grado de «voyeurismo» completamente natural y se podría decir cuasi adaptativo por el que niños y niñas sienten curiosidad ante las manifestaciones sexuales de otros. Cuando tiene lugar una observación fortuita de los adultos por parte de sus hijos/as, por ejemplo, lo mejor es -una vez más- una actitud comprensiva y benevolente. Se puede empezar por explicar al niño o niña el derecho a la intimidad de los padres y el deber del niño/a de respetarlo, para luego pasar a explicarle que tales actividades son muy agradables para los adultos y por eso tienen lugar.


EXHIBICIONISMO
Se trata de una tendencia natural en el niño/a de la que suele obtener gran satisfacción. Sobre todo, si tenemos en cuenta que mientras era un bebé su cuerpo era exhibido y piropeado por sus cuidadores sin ninguna restricción. Hay que recordar que muchas veces, la mayoría, las conductas infantiles de distinto tipo son alentadas por los adultos, que con sus ejemplos y reforzamientos, configuran las expectativas del niño/a.


MIRAR
Existe una gran curiosidad natural por conocer el propio cuerpo, el de los demás y, muy especialmente, el de los padres. Cuando dicha curiosidad se satisface con naturalidad, al tiempo, suele decrecer; cuando, por el contrario, no se satisface o se boicotea, suele hipervalorarse tal cuestión y desviarse la investigación hacia derroteros que la hagan posible.


OBJETOS INANIMADOS
A veces, niños y niñas usan los objetos o juguetes de forma distinta a la finalidad inicial para la que fueron concebidos, de manera que los juntan para que tengan bebés, por ejemplo, o para que se besen, etc; dicha conducta no es otra cosa que un juego y como tal ha de ser considerado.
En resumen, tales conductas sexuales son naturales, legítimas y saludables; y la mayoría de las veces lo que vienen a recordarnos es que revisemos nuestras propias limitaciones y actitudes frente al sexo, pues para niños y niñas no son otra cosa que juegos y ensayos en su recién estrenada andadura vital.


© aulainfantil.com 2001.

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