martes, 17 de mayo de 2011

¿Qué hacemos ante…? El niño sin amigos


DIFICULTADES DE CONDUCTA

¿Qué hacemos ante…? El niño sin amigos

El caso Mario tiene cuatro años. Es hijo único y vive con sus padres y abuelos. Es un niño tranquilo y silencioso que se entretiene jugando solo y no causa demasiados problemas en casa, según le han contado los padres a su profesora.
La maestra está preocupada porque Mario tiene problemas para relacionarse con los demás niños de clase. Siempre está a su aire jugando solo y cuando tiene que hacer algún trabajo en equipo no consigue integrarse. Cuando la profesora pregunta en clase no se atreve ni a levantar la mano y sus compañeros a veces abusan de él quitándole sus juguetes y caramelos. Parece incapaz de defenderse.

¿Qué podemos hacer?

La clave del problema radica en la falta de seguridad que Mario tiene en sí mismo. Por lo tanto, la actuación irá encaminada hacia reforzar su autoestima. En cuanto el niño se aprecie a sí mismo, los demás niños lo apreciarán más. En lo que se refiere a sus miedos infantiles y fobias sociales, no sirve de nada decir al niño que las sufre que no tiene por qué tener miedo y que no hay motivos para que lo tenga.
La maestra no debe ignorar los miedos del niño ni le obligará a la fuerza a enfrentarse con aquello que teme. Tampoco se burlará de sus miedos ni los ridiculizará. Respetará sus miedos, aunque sean irracionales. La solución está en hablar con él de lo divertido que es ir al colegio, jugar con los compañeros...
Debemos procurar integrarle en pequeños grupos.
Una buena idea puede ser dejarle que elija con quién se quiere sentar.

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