¿Qué hacemos ante…?
El niño que se hace pis
El caso Alberto
tiene cinco años y medio. Es el tercero de cuatro hermanos y es un niño muy
inteligente y despierto. Siempre ha sido muy precoz para todo: comenzó a hablar
muy pronto y lo hace con mucha propiedad, y aunque sólo tiene cinco años ya
sabe leer.
Es un niño alegre y
cariñoso aunque muy sensible, y no soporta que los niños del colegio le ignoren
o se rían de él.
La maestra está
preocupada porque se hace pis encima. Ha hablado con los padres y ellos le han
reconocido que también por la noche se hace pis en la cama. Aunque le regañan y
le dicen que ya es mayor para eso, no parece servir de nada.
Los compañeros de
clase se meten con él y le dicen que es un bebé. La maestra y los padres están
preocupados.
¿Qué podemos hacer?
Algunas veces el
hacerse pis constituye una forma subconsciente de llamar la atención. Cuando el
niño se siente rechazado o falto de afecto busca caminos para llenar su
necesidad emocional. El niño se da cuenta de que si la maestra cuenta a sus
padres que se ha hecho pis en clase, sus padres se ponen muy nerviosos y es la
única forma de que se fijen en él, incluso aunque le castiguen por ello.
La maestra debe
hablar con los padres y hacerles recapacitar sobre esta posibilidad. Un
ambiente tenso, con frecuentes discusiones entre los padres, o bien cualquier
situación amenazante pueden hacer que el niño se sienta inseguro y reaccione
haciéndose pis.
La maestra debe
tener en cuenta que el niño sufre cuando se hace pis y tiene de sí mismo una
baja autoestima. Necesita un apoyo psicológico y no riñas ni castigos. Hay que
tratarle con cariño y paciencia.
Podemos empezar por
tranquilizar a los padres para desde casa también ellos tranquilicen y motiven
al niño.
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