DIFICULTADES DE
APRENDIZAJE
¿Qué hacemos ante…?
El niño que se duerme en clase
El caso Alicia
tiene cuatro años. Es la segunda de tres hermanos de cinco y dos años. Es muy
inquieta y nerviosa y, según cuentan los padres a la profesora, sus noches son
un caos porque no hay manera de que se vaya a la cama.
Cuentan los padres
a la profesora que, cuando se queda dormida por la noche, se despierta de
repente gritando, sudando y con cara de pánico. Para colmo de males a las siete
de la mañana
Alicia ya está en
danza.
El hecho es que en
clase, muchas veces, Alicia se queda dormida, lo cual provoca las risas de
otros niños y la vergüenza en ella. La profesora está preocupada y hasta que no
ha hablado con los padres no ha descartado que la niña esté tomando algunas
medicaciones que producen sueño. Antitusígenos, antihistamínicos,
tranquilizantes...
¿Qué podemos hacer?
La profesora no
puede permitir que Alicia se quede dormida en clase pero la solución no está
exclusivamente en su campo. Los padres han de ser asesorados por la profesora.
En primer lugar la
maestra aconsejará a los padres, para mejorar los hábitos de sueño de Alicia,
que fijen un horario y unas normas que Alicia debe respetar durante la noche.
Propondrá que se fije un horario con una
hora tope para que Alicia se acueste. Se aconsejará que
hagan del momento de acostarse algo agradable
como un momento en
el que se lee un cuento o se hacen mimos. Sólo si los padres
se comprometen a cumplir lo pactado con la maestra, Alicia
dejará de quedarse dormida en clase. Es cuestión de paciencia y, por
supuesto, de disciplina.
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