¿Qué hacemos ante…?
El niño que quita las cosas a sus compañeros
El caso Héctor
tiene seis años y no respeta las cosas de sus compañeros de clase. De hecho,
los niños le evitan y no quieren jugar con él. La maestra ya le ha regañado
varias veces por ese motivo y tiene la seguridad de que Héctor ya sabe que obra
mal. Héctor roba a escondidas y esconde su botín. Los padres le han contado a
la maestra que le suelen reñir y avergonzar pero que temen que llegar a
dramatizar la situación en exceso no resulte lo más eficaz. Piden consejo a la
maestra y le preguntan cuál puede ser el motivo de ese comportamiento que, por
cierto, siendo más pequeño, no tenía.
¿Qué podemos hacer?
En el niño menor de
cinco años los pequeños hurtos no revisten demasiada importancia. A esta edad
el niño se deja llevar por sus impulsos, no distingue bien lo que es suyo y lo
que es de los demás y toma lo que está a su alcance cuando le apetece o le agrada.
Si el alumno menor
de cinco años coge algo que no le pertenece, la maestra no dramatizará, porque
sólo conseguiría asustarle. Sólo hace falta que se le explique que él también
tiene juguetes muy bonitos y no debe coger las cosas de los demás.
A partir de los
seis años, los pequeños hurtos tienen más importancia porque el niño ya sabe
que obra mal. La maestra no debe ni reñir ni avergonzar al niño, sino averiguar
– con la ayuda de los padres – la causa. El robo puede ser una forma de llamar
la atención.
Conviene que la
maestra haga que el niño devuelva lo robado, pero sin agravar su sentimiento de
abandono y disminuir aún más su autoestima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario