¿Qué hacemos ante…?
Dificultades en la comprensión del lenguaje
El caso La
comprensión del lenguaje oral es fundamental para todos los aprendizajes
escolares y para funcionar adecuadamente en la vida diaria. Silvia tiene
pequeñas dificultades en este área del lenguaje.
Actualmente, tiene
cuatro años y cinco meses y es la tercera de cinco hermanos. Ha tenido un
desarrollo normal y no presenta ninguna alteración sensorial o física. Silvia
es una niña despierta y sociable, disfruta mucho comunicando sus experiencias a
los demás.
En clase, presenta
ciertos problemas para seguir las instrucciones de su profesor. Tiene que
preguntar muchas veces las cosas, pero al final, después de muchos esfuerzos,
consigue enterarse de todo.
Tarda un poco más
que sus compañeros al realizar las tareas, por esos primeros minutos que
necesita para entender lo que hay que hacer. Su nivel de lenguaje expresivo es
bueno aunque utiliza un vocabulario más reducido que los niños de su edad.
A Silvia le gusta
dibujar y destaca mucho en esta actividad. Es una niña abierta y colabora bien
en clase. A veces, le cuesta participar en la hora del cuento, no por falta de
interés sino porque pierde el hilo de la narración. Cuando el profesor le
pregunta por alguna acción de la historia, si no sabe la respuesta contesta
cualquier cosa antes que quedarse callada.
Los padres de
Silvia están muy contentos con su hija. Son conscientes de que tiene ciertos
problemas para comprender el lenguaje pero piensan que podrá superarlos con la
edad.
¿Qué podemos hacer?
Es importante
consultar con el orientador del centro para que nos asesore y haga una
evaluación completa a Silvia.
En las clases,
tenemos que aprovechar la habilidad y el interés que tiene Silvia por el dibujo
para mejorar su nivel de comprensión.
Podemos realizar
juegos con ella en los que tenga que dibujar las cosas que le expliquemos. Por
ejemplo, Silvia, dibuja un árbol muy alto, de color verde, con un pájaro
encima. Progresivamente estas instrucciones serán más complicadas, incluyendo
más conceptos.
Sería conveniente
apoyar nuestras explicaciones orales con dibujos en la pizarra y usar
materiales gráficos en las actividades. Esto es fundamental a la hora de contar
un cuento. Silvia podrá seguir mejor las historias si puede ir viendo imágenes
a la vez que escucha.
Tendremos que hacer
preguntas a medida que avance la narración.
Así podremos
controlar si los alumnos están entendiendo el cuento. Si no es así, podemos
pedir a un niño que vuelva a contarlo y que todos se fijen bien en las
imágenes.
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