miércoles, 19 de octubre de 2011

La dura realidad de la intimidación escolar



Lamentablemente, este tipo de violencia escolar cada vez es más común en todo el mundo. Según el amplio estudio realizado por la Red de Padres y Madres - Red PaPaz, para el año 2005 en Estados Unidos cerca del 28% de los estudiantes entre los 12 y 18 años de edad, reportaron haber sido víctimas de intimidación en el colegio. En otros países las cifras son similares o superiores.
Aunque el “bullying” se presenta desde hace mucho tiempo, se puede afirmar que actualmente hay más agresividad en los niños debido a un vacío en la educación de los pequeños, quizá la falta de atención, amor y comunicación por parte de los padres u otros factores, influyen para que los chicos crezcan en ambientes hostiles que impulsan su mal comportamiento.
De otro lado, los niños intimidados también pueden tener problemas en su personalidad como inseguridad, baja autoestima, etc. Es por eso, que tanto educadores como padres de familia, deben trabajar por ponerle freno a esta situación, educar a los niños en la paz, convivencia, tolerancia, respeto, compañerismo, entre otros valores.
¿Qué es el acoso escolar?
“Bullying”, acoso, hostigamiento o intimidación escolar, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico que se produce entre los compañeros escolares de manera sistematizada y continua.
Es una especie de tortura en donde el agresor, con la ayuda de sus cómplices, toma como blanco de sus hostigamientos a un compañero de estudio, llegando a tal nivel de intimidación, que la víctima no se atreve a pedir ayuda, enfrentar el problema o comentárselo a sus padres y/o profesores.
La mayoría de las veces, la víctima suele ser más débil física o socialmente que sus abusadores, quedando expuesto a posibles agresiones con poca posibilidad de defenderse. El “Bullying” suele presentarse entre los estudiantes que están en la etapa de la pre-adolescencia y adolescencia, alrededor de los 8 a los 18 años.
Tipos de intimidación escolar
El hostigamiento escolar se presenta mediante varias figuras:

Verbales: insultos, humillaciones, críticas, burlas, rumores o chismes, comentarios desagradables; que buscan arruinar su imagen ante los demás, debilitar, fomentar inseguridad y provocar una angustia constante en la víctima.

Psicológicas: constantes amenazas que atormentan al oprimido. Aislamiento social, marginando, ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

Físicas: peleas, pequeñas acciones insignificantes pero que ejercen presión sobre el individuo al hacerse de forma reiterada. Pequeños hurtos de sus pertenencias para dificultarle aún más su estadía en la escuela.
Señales de alarma
Tanto padres y profesores, deben estar atentos a las siguientes señales que pueden revelar que su hijo está siendo víctima de intimidación escolar:
Es común que el hostigado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana.
Baja autoestima, inseguridad, ansiedad y depresión.
Expresiones de agresividad como respuesta a sus problemas.
Descenso del rendimiento académico y desmotivación por las cuestiones escolares.
Llega frecuentemente a casa golpeado, con moretones u otros signos de agresión física.
Llega a la casa con la ropa, libros u otras pertenencias dañadas o rotas.
No tiene amigos o tiene un solo amigo.
Tiene pesadillas y le cuesta dormirse.
No lo invitan a fiestas o reuniones de sus compañeros.
Se le pierden sus objetos sin ninguna justificación.
Regresa a casa sin dinero y no tiene claridad en qué lo gastó.
En casos críticos, pensamientos de suicidio.
La comunicación entre padres e hijos, una forma de prevención
Después de recorrer este penoso escenario, puede ver que la intimidación escolar es un problema serio, que se presenta cada vez con más frecuencia, el cual requiere ser atendido inmediatamente se detecte para evitar futuras lamentaciones y lograr remediar los daños causados en la persona agredida.
Una forma de prevenir que su hijo sea víctima del acoso escolar, es mantener un diálogo constante, estar alerta de su comportamiento para detectar cuando hayan irregularidades y prestarle mucha atención cuando él le quiera decir algo.
Además, hágale saber que cuenta con usted para cualquier circunstancia que se le presente, dele esa seguridad y firmeza que le falta y reiteradamente invítelo a que le cuente las experiencias que tuvo en su día escolar.
Hay varias preguntas claves que le ayudarán a entrever si se está presentando esta situación:
¿Cómo te fue hoy en el colegio?
¿Qué hiciste en el recreo?
¿Con quiénes estuviste hoy en el colegio?
¿Quiénes de tu salón de clase te agradan?
¿Hay alguien en especial en el colegio que no te agrade?, ¿Por qué?

Fuentes: Red PaPaz, acosoescolar.info, zonapediatrica.com, Equipo Bullying Cero Argentina.

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