Drama del Bullying

Bullying, drama que crece en silencio

Hace una semana, el Juez noveno juzgado civil de Santiago de Chile condenó al colegio Santa María de Maipú a pagar 10 millones de pesos, moneda local, a los padres de una estudiante que durante cuatro años fue víctima de acoso escolar.

Según el fallo, después de las reiteradas denuncias interpuestas por los padres en la institución, se decidió que las directivas no implementaron los mecanismos necesarios para evitar los reiterados abusos a los que fue sometida la infante y que afectaron sus desarrollos psíquico y emocional.

Chile hace parte de más de una veintena de países que crearon una legislación que busca llenar los vacíos legales que traen este tipo de actos para los menores y que juzga la responsabilidad de los centros educativos al no acatar "las medidas correctivas, pedagógicas o disciplinarias que su propio reglamento interno disponga" para erradicar este tipo de prácticas agresivas y lascivas.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de los Andes, del área de Economía, en Colombia, uno de cada cinco escolares ha sido víctima de acoso escolar o matoneo y el problema es que el fenómeno no sólo se trasladó a las redes sociales, sino que aumenta.

El informe resalta que el matoneo incide de forma negativa en el desempeño académico de los estudiantes, pues las instituciones que registran mayores niveles de esta conducta tienen resultados más bajos en las pruebas saber 9 y 11.

Así mismo, se establece que los mayores matoneadores son menores con estratos altos.

CONCEPTOS BÁSICOS

-¿Qué es el matoneo?

De acuerdo con el psicólogo y doctor en Educación Enrique Chaux, docente agregado de la Universidad de los Andes, la intimidación escolar, también conocida como matoneo, bullying o acoso escolar, es una situación de agresión repetida y sistemática que puede durar semanas, meses e incluso años.

-Perfil del victimario y víctima

Para el especialista, los estudiantes que lo padecen "con frecuencia son quienes están en situación de vulnerabilidad frente a sus compañeros, como ser nuevos en el grupo, menores que los demás, más pequeños o por no tener casi amigos. Los agresores son más populares, mayores y a veces son más grandes físicamente, y con frecuencia buscan destacarse tratando mal a otros".

-Manifestaciones

La intimidación puede llegar a ser física, lo que se manifiesta en golpes, empujones y patadas, y que pueden causar graves daños como fracturas. También pueden ser de tipo verbal, como insultos y apodos; e indirecta, con chismes y exclusión, entre otros casos.

Hay una nueva tendencia con gran auge: el matoneo virtual, en el que agresor o agresora envía mensajes intimidatorios y lascivos mediante correos electrónicos anónimos, mensajes de texto, divulgación de fotos y videos humillantes, grupos en redes virtuales para denigrar de alguien, etc.

-Causas y consecuencias para los involucrados

Según Chaux, la intimidación puede generar problemas de ansiedad o depresión y, con frecuencia, afectar la motivación y el rendimiento académico. Los que la sufren ya no quieren volver al colegio ni estudiar más.

-¿Cómo ayudar?

De acuerdo con algunos autores y especialistas, existe algunos indicios a los cuales padres de familia y docentes deben estar atentos para evitar estos abusos.

El menor puede manifestar tristeza, llantos o irritabilidad, pesadillas, cambios en el sueño y/o en el apetito, al igual que pérdida constante de sus útiles escolares o daño de sus pertenencias. Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que tiene frecuentes caídas o accidentes. No quiere salir, ni se relaciona con sus compañeros, quiere ir acompañado a la entrada y salida del colegio.

-Para los profesores

Estar atentos en la relación de los alumnos y alumnas en los pasillos y en el patio, debido a que los peores momentos se sufren cuando no hay personas adultas presentes.

Observar los grafitis que son dibujados en las puertas de baños y en las paredes y qué nombres aparecen habitualmente.

Dar importancia a las risas o abucheos repetidos en clase en contra de determinados alumnos o alumnas y prestar atención a aquellos que sean diferentes o llamen la atención por su forma de ser o aspecto físico.

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